La tradicional celebración del Primero de Mayo en Cuba deviene en verdadera fiesta que suma a todo un pueblo en un mismo sentir.

En los escenarios laborales el ambiente se torna multicolor por el engalanamiento con banderas alegóricas, carteles, pancartas, imágenes de los líderes de la Revolución Cubana y dirigentes obreros.
Esta vez la COVID-19 no impedirá el jolgorio luego del desfile. Vacunas cubanas creadas en tiempo récord nos sirven de coraza, por lo que a manera de reconocimiento y agradecimiento, científicos y trabajadores de la salud están en el centro de cada homenaje. Aun así, se reitera el llamado a la responsabilidad personal y colectiva.
Ekaterina Gowen Dickinson, secretaria general de la CTC en la provincia
Han pasado dos años sin que los espirituanos pudieran salir a festejar, como de costumbre, el Primero de Mayo, pero en esta ocasión habrá movilizaciones y marchas, con mucho colorido y entusiasmo, y junto a las familias, los vecinos, amigos y obreros de cada colectivo laboral, haremos que tiemblen las calles de alegría.
Este será un desfile estremecedor y entusiasta, como muestra del rechazo a las campañas desestabilizadoras de los enemigos de la Revolución y donde se pondrá bien en alto el nombre de Cuba, un país que lucha y resiste, un país que demuestra cada día el valor de su pueblo y la capacidad de salir adelante, a pesar de la pandemia y de las limitaciones económicas a que está sometido.
