Taller en arrendamiento: el cuerpo de guardia de la ambulancia en Sancti Spíritus

La reparación del importante medio de transporte sanitario define la prioridad en un local arrendado por un trabajador por cuenta propia

Los trabajadores del taller apelan también a la inventiva para dar soluciones a roturas que se presentan en los equipos.

Cuando las ambulancias llegan al taller que asume las reparaciones no tienen que activar las sirenas ni encender las luces para declarar la urgencia de la rotura. “Aquí la prioridad está bien definida, porque esto es como si fuera un cuerpo de guardia para esos vehículos, vienen con algún problema y nuestro empeño es devolverlas al servicio lo antes posible”, reveló a TransportEspirituano el trabajador por cuenta propia Javier Hernández Sosa.

Se trata de un local arrendado en la periferia de Sancti Spíritus que entre sus múltiples servicios también realiza la reparación de las ambulancias, devenidas piezas claves en el enfrentamiento a la covid; “por eso le ponemos el pecho a este frente de trabajo, sabemos que no pueden pararse y muchas vidas dependen de ese medio sanitario”, destacó Javier Hernández.

“Teníamos un taller privado, pero el volumen de trabajo aumentó, entonces surgió la oportunidad de arrendar este local donde las condiciones son más abarcadoras, a la vez que heredamos todos los clientes de Salud que estaban incluidos aquí. Nuestra línea de trabajo es la reparación de equipos mecánicos y de combustión de cualquier tipo, pero la ambulancia es la parte fuerte del taller”, subrayó el trabajador por cuenta propia.

“Hemos hecho la conciencia a los trabajadores de la necesidad de priorizar la reparación de la ambulancia”, dijo Javier Hernández.

En tal sentido, señala que si llega una ambulancia se detiene cualquier otro trabajo por tal de solucionar el problema con la mayor inmediatez posible, una prioridad que contribuye mucho a la vitalidad del medio de transporte sanitario, máxime cuando se sabe que en los últimos tiempos ese parque de transporte en la provincia ha operado con un bajo coeficiente de disponibilidad técnica.

“Hemos tenido momentos de que toca cerrar el taller al final de la tarde y a esa hora llega una ambulancia rota, pues no se mira el horario y se enfrenta el trabajo; no dormiría tranquilo sabiendo que la solución estaba a nuestro alcance y la hubiésemos dejado para arreglarla al otro día; además, hemos hecho la conciencia a los trabajadores de esa necesidad, así se asume el trabajo en el taller y así seguirá”, relata Javier Hernández.

“Si un día duerme alguna ambulancia en el taller —añadió—, es porque requiere trabajos de mayor envergadura, pero a la rotura del día a día se le da solución con la mayor rapidez que podamos, en eso los propios ambulancieros no nos dejaran mentir. Te aseguro que en estos tiempos de pandemia cuando llega una ambulancia al taller eso se vuelve para nosotros una urgencia”.