Para estar tantos años en la aviación tiene que gustarte

Rolando Almeida Sánchez, consagrado trabajador de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos en Sancti Spíritus, no se desprende de su pasión por las alturas pese a los 78 años

Desde su trabajo como asesor técnico en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Servicios Aéreos Sancti Spíritus, Rolando Almeida Sánchez se ha convertido en una de las piezas claves para preparar y garantizar el vuelo de los aviones.

Entró al mundo de la Aviación a finales de la década del 60 del siglo pasado y con 78 años no se desprende de su pasión por las alturas. En recientes declaraciones a la radio espirituana, hizo un repaso de su vida, a la vez que destacó el rol del asesor técnico para el funcionamiento y seguridad de la flota.

“La Aviación no es verla bien volando, sino también lo que entraña estar al tanto de la seguridad que tiene un avión”, señala. “El piloto es buenísimo, el diseñador del avión no se queda atrás, el que lo construye; pero el asesor es el que tiene que ver con lo que realimente debe y no debe hacerse en el avión”.

El avezado trabajador de la UEB espirituana, perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos, atesora una amplia trayectoria laboral. Se incorporó al sector tras una convocatoria hecha a los jóvenes en 1967 y pasó una escuela técnica en La Habana.

A seguidas fue a trabajar en la Aviación Agrícola en la provincia de Camagüey, posteriormente vino para Sancti Spíritus, desempeñándose, primero como técnico, después como Inspector, hasta que pasó al puesto de Asesor, que —según sus palabras “Es la mayor jerarquía que hay en los aviones”.

“La asesoría, aparta de que es acogedora, te atrapa, porque la aviación despierta interés”, dice desde la veteranía que le conceden los casi 60 años en la actividad aérea.

“La asesoría es la que hace cumplir todos los reglamentos de la aviación y realmente te relaciona con todas las áreas: tecnología, circulares internas, parqueo de aviones cuando hay algún problema, todo eso te atrapa; como también el sistema de gestión de la seguridad operacional, porque puedes identificar peligros y después los conviertes en riesgo para hacer una evaluación”.

Para Almeida Sánchez, el despertar de la operación aérea en la UEB espirituana repercute en el actuar de todo el colectivo. “En estos momentos hay una recuperación del trabajo operativo y es digno de ver como la gente trabaja, por eso considero que el mejor colectivo de la aviación en este sentido está Sancti Spíritus”, expresó.

“El avión para mí y para todos los que trabajamos en la actividad es algo hermoso, vital, lo que te ha ayudado a vivir desde el punto de vista económico; también es un elemento moral, dramático, fundamental para todo el que trabaja en el sector.

“La aviación —asegura— es el estimulo más grande que puede haber tenido una persona como yo, porque son 56 años; para estar tanto tiempo en una actividad tiene que gustarte”.