
Por segunda ocasión en menos de dos años, las lluvias golpean la estructura del ferrocarril central en Sancti Spíritus justo en el mismo punto, el kilómetro 372.450, cerca de Taguasco; solo que esta vez el daño es menor si se le compara con la afectación creada allí en noviembre de 2020, cuando la vía quedó “esquelética” en varios metros y se interrumpió entonces el tránsito ferroviario.
Ahora se trata de un nuevo deslave o afectación causado por el reciente evento lluvioso en un segmento de la estructura de la línea; daño que no ha detenido la circulación de los trenes nacionales, pero sí obligó a limitar la velocidad hasta tanto se restablezca el deslave.



Armando Roche Pérez, director adjunto de Ferrocarriles Centro en Sancti Spíritus, comunicó a TransportEspirituano que la afectación se localiza a la altura del puente Las Margaritas, “una zona donde la fuerza del agua es grande y volvió a golpear la estructura, no en la magnitud de la otra vez, pero que obliga a reparar el área dañada”.
Precisó el directivo que lo más conveniente sería buscar otra solución técnica, “pero es más costosa y las limitaciones económicas lo impiden; ahora hay que reponer la parte de la losa averiada para contener el rehinche —relleno— que se haga”.
Fuerzas de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Vías y Puentes del territorio y de otras instancias ferroviarias a nivel de país están a cargo de los trabajos para restablecer el área afectada, los cuales requieren de apoyo logístico para su avance y donde será necesario utilizar equipamiento especializado dada la complejidad y alcance de las labores.
Luis Acosta Cabrera, jefe de producción en la UEB Vías y Puentes, explicó que para reparar el deslave hay que utilizar una grúa “para sacar las losas caídas abajo, después colocar esas losas, más otras nuevas que tenemos; luego echarle balastro y material de relleno; en total se deben ubicar alrededor de seis losas; eso para nosotros es, como se dice, dos mañanas de trabajo, lo que estamos a la espera del combustible para acometer los trabajos”, detalló.
“En esa zona del deslave se acumula mucho agua”, describe Acosta Cabrera y, añade: “fíjate que ahí deja de llover hoy, y se echa como tres días más escurriendo agua; a largo plazo hay que hacer un trabajo de más envergadura para quitarnos de arriba esa afectación tan frecuente a la vía central”, explicó.