
Aunque no se comparan ni se parecen a las afectaciones causadas en la vialidad rural por los eventos lluviosos de los últimos tiempos; las abundantes precipitaciones de estos días provocaron en Sancti Spíritus estragos en varios caminos y obras de fábrica, incluida zonas de la montaña.
Las crecidas de los ríos también incomunicaron algunos asentamientos rurales, sobre todo en la jornada de este lunes cuando las lluvias alcanzaron la mayor magnitud en puntos de la geografía espirituana, tal como sucedió en Cabaiguán con las comunidades de Potrerillo, aislada por el río Calabaza y Vega del Paso, por el Zaza.
Según trascendió en la Revista Informativa de la televisión local, a la que comparecieron autoridades de la provincia, en los municipios de Trinidad y Fomento se concentran cinco comunidades afectadas por la crecida de los ríos y arroyos, como fueron los casos de Polo Viejo, Méyer y la Pastora.
En el espacio se informó que, en la medida que cesaron las lluvias y cedan los escurrimientos, se pueda recupere el paso; algo necesario también para el desplazamiento de brigadas de la rama eléctrica que acuden a solucionar averías en las redes de esa zona.
En el propio espacio televisivo, se precisó que en el municipio de Fomento se reportan daños en el camino que enlaza a El Pedrero con la montañosa comunidad de Gavilanes, una afectación que compromete, de momento, el tránsito hacia el intrincado lugar.
Asimismo, autoridades gubernamentales de Fomento informaron de daños en obras de fábrica en los caminos de acceso a los asentamientos de Alfonso, Corina, Jíquima y 19 de Abril, las que recabaran acciones reconstructivas para restablecer la circulación con seguridad.
En la infraestructura ferroviaria la mayor afectación se registró en el ramal hacia la intramontaña comunidad de Méyer, en Trinidad y, a pesar de que esta vez el río Agabama castigó menos la zona, hay notificación de dos deslaves en la línea lo que impide otra vez el acceso ferroviario al lugar.
Norbelia Borge, jefa de Establecimiento Ferrocarril en Trinidad, confirmó a TransportEspirituano que “por suerte hoy se recorrió la línea y los daños no son al estilo de las montañas rusas que pasaron en otros momentos; ahora se trata de dos deslaves en Méyer, ya se había trabajado en ellos el año pasado y otra vez la crecida golpeó el trabajo que se hizo”.
Precisó la propia fuente que en estos días ha estado detenida la circulación del coche a raíz de las lluvias. “Una vez que se decida dar paso y reanudar el servicio, la intención es que llegue hasta Los Coquitos hasta tanto se puedan restablecer esos deslaves en la línea férrea y llegar otra vez a Méyer, precisó Norbelia Borge.
Por su parte Armando Roche Pérez, director adjunto de Ferrocarriles Centro en Sancti Spíritus, informó a TransportEspirituano que también está detenida la circulación del coche motor Jarahueca-Perea, el cual permanece en este ultimo asentamiento donde volvió a ocurrir la tradicional inundación asociada a una alcantarilla en la línea que carece de capacidad para asimilar toda el agua, la que queda represada y terminan afectándose por esa causa más de 20 viviendas, señaló.
“Esta ruta ferroviaria se encuentra paralizada porque tenemos el coche motor estacionado en Perea a disposición de cualquier emergencia o necesidad de mover personas que surja allí; pero en estas situaciones el coche es la salvación de Perea, lo mismo para llevar el pan, la leche, que un medicamento o hasta sacar un enfermo; se vuelve un medio imprescindible en estas situaciones de lluvias en esa zona”, detalló Roche Pérez.
También informó que se trabaja en la revisión de la línea central y posteriormente se pasará a los ramales para evaluar el impacto de las lluvias; acción que incluye la línea a Tunas de Zaza, que es vulnerable a los procesos lluviosos y será revisada aún cuando actualmente no está circulando el tren por la rotura de la locomotora, subrayó.