Recalificación de choferes profesionales, una deuda con la Seguridad Vial

En Sancti Spíritus todavía es ínfimo el nivel de choferes que acuden al proceso, un fenómeno estrechamente ligado con la accidentalidad y la seguridad vial

En la recalificación el conductor demuestra que está preparado en la Ley No. 109, apto físicamente y en la teoría de conducción.

En franco irrespeto a la seguridad vial, en Sancti Spíritus muchas administraciones violan las disposiciones legales que rigen el proceso de recalificación de los choferes profesionales, una obligación entrelazada con la accidentalidad y la vida humana.

Esteban Toledo Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base Tramos Empresa de Educación Vial y Conducción Sancti Spíritus, adscrita al sector del Transporte destacó a TransportEspirituano la necesidad de prestarle mayor interés y atención por parte de las entidades y los choferes al proceso de recalificación, a tono con lo estipulado en la Ley 109 del Código de seguridad Vial en su Artículo 301, que indica que todo conductor profesional debe recalificarse y hacerse el examen psicomédico cada dos años hasta los 65 años, a partir de ahí, es anual.

Señaló que a todavía es ínfimo el nivel de choferes que acuden al proceso, fenómeno estrechamente ligado con la accidentalidad y la seguridad vial. “Se le sigue dando poca importancia a ese requisito de la conducción y la seguridad vial, a pesar de estar contemplado en el cuerpo de la ley 109”, enfatizó.

En la provincia —añadió— están reconocidos más de 13 000 choferes profesionales y en este año, según las estadísticas que recogen este proceso, toca recalificación a más de 6 000 conductores profesionales, cifra donde pueden estar incluidos personas que pasaron por movimientos laborales a esa categoría.

También insiste en que toda persona que conduce un carro a encargo estatal, va fungiendo en esos momentos en que maneja en la vía pública como un conductor profesional, así lo recoge la ley, y como tal también debe acogerse al ciclo de la recalificación.

Los requisitos implican, primero, un examen Psicofisiológico, servicio asumido por una profesional de la Salud en la propia sede de Tramos; luego que el conductor vence ese paso está listo para hacerse la recalificación, un curso de 20 horas clases e incluye un diagnóstico y la prueba final, explicó Esteban Toledo.

“No importa que un chofer lleve 20 años manejando, en el curso se introducen contenidos novedosos, por ejemplo, señales nuevas que los conductores desconocen, otros modos de parqueo, y siguen saliendo Resoluciones complementarias que enriquecen y rejuvenecen la ley 109 que data del 2010”, destacó la fuente. 

La recalificación no es opcional, resulta un paso obligatorio para el conductor de un vehículo a encargo estatal —Artículo 301 de la ley 109—, enfatizó Esteban Toledo. “Mientras el Artículo 298 de la propia norma estipula que los responsables de cumplir dicho proceso son las administraciones. Violarlo implica cometer una infracción de tránsito y una contravención”, añadió.

En medio de este panorama, se advierte que tal irrespeto a la ley parte del bajo enfrentamiento a esta problemática, la tolerancia, la permisibilidad y la casi nula exigencia sobre un asunto que muy poco caso se le hace.