Casilda recibe primer megayate tras la reapertura de la temporada turística

La embarcación atracó este lunes en el puerto del sur espirituano con turistas españoles que visitaron por unas horas la villa de Trinidad, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad

El magayate Te Manu permaneció unas 6 horas anclado en el puerto de Casilda.

El puerto de Casilda, en el centro sur de Cuba, recibió este lunes el primer megayate privado tras la reapertura de la temporada turística y luego de la parada que impuso la pandemia a estas operaciones; se trata de una embarcación con turistas españoles que visitaron por unas horas la villa de Trinidad, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Sonia Ramírez Suárez, responsable del Establecimiento Puerto de Casilda, perteneciente a la Empresa de Servicios Portuarios Centro, radicada en Cienfuegos, precisó a TransportEspirituano que con este arribo se reanuda la operación turística en la rada trinitaria y, de momento, hay perspectivas de próximas entradas de megayates con visitantes interesados en conocer Trinidad.

“Los turistas hicieron una visita de pocas horas a Trinidad y en la propia tarde del lunes la embarcación se marchó, pero el puerto de Casilda está listo, preparado y certificado para recibir los visitantes que llegan interesados en los encantos patrimoniales de la villa”, señaló.

Una vez que los turistas tocan muelle y pasan los trámites sanitarios y de control en la Terminal portuaria, dedican las horas de estancia en tierra a recorrer el centro histórico de la villa, sus museos, plazas e instalaciones.

De acuerdo con Sonia Ramírez, Casilda es la única infraestructura de su tipo en el país que recibe cruceros y magayates privados, porque estos últimos —aclaró— son atendidos tradicionalmente por las Marinas Internacionales, pero en la de Trinidad por razones del calado y de la propia seguridad marítima, piden permisos de atraque en el puerto comercial; de ahí que arriben a este lugar los dos tipos de embarcaciones.

La Terminal portuaria de Casilda se abrió a esta operación desde 1998, una actividad que fue progresando en la medida que creció la comercialización del producto Trinidad por la modalidad marítima y creció el arribo de cruceros turísticos, fundamentalmente de embarcaciones de pequeño y mediano portes.

El puerto espirituano es operado por un reducido número de trabajadores y se trata de una instalación sobre la que está latente la posibilidad de mejorar las condiciones integrales de la infraestructura en correspondencia con el incremento pronosticado de visitantes extranjeros a la isla por estas modalidades de cruceros y magayates, y los atractivos que despierta el destino Trinidad, uno de los más demandados en Cuba.